El diciembre pasado decidí pasar unos meses en una granja de agricultura regenerativa con mi pareja para vivir la regeneración desde la tierra, desde la raíz. Observar el funcionamiento de los sistemas vivos de una forma pausada, mientras contribuía a un proyecto maravilloso.
A pesar de la dureza del invierno en el South Hams de Devon, Inglaterra (¡especialmente para mi, que estoy hecha a temperaturas del Mediterráneo y del Caribe!), la experiencia ha sido enriquecedora y con varias lecciones de humildad que llevaré conmigo. No hay nada comparable a estar fuera haga sol, frío, viento, lluvia o nieve, conectando con la naturaleza, observando lo generosa que es, las simbiosis que ocurren en los lugares más insospechados, el rol que cada pequeño organismo tiene, y viendo con qué rapidez se puede regenerar la madre tierra.
La reciprocidad y generosidad con la naturaleza son asombrosas.
Y los aprendizajes obtenidos en esos pocos meses, fueron muy valiosos. Agradecer a John y Emilie, propietarios de Wave Hill Farm, porque hacen un tremendo trabajo que, desgraciadamente, aún no está reconocido ni recompensado.
Pero antes de empezar ¿qué es la agricultura regenerativa? Según el NRDC (2021):
"Es una filosofía y un enfoque de la gestión de la tierra (...) que trata de cultivar y criar con un estilo que nutra a las personas y a la tierra, con prácticas específicas que varían de un agricultor a otro y de una región a otra. No hay un reglamento estricto, pero los principios holísticos que subyacen al sistema dinámico de la agricultura regenerativa pretenden
restaurar la salud del suelo y del ecosistema, hacer frente a la desigualdad y dejar nuestra tierra, nuestras aguas y nuestro clima en mejores condiciones para las generaciones futuras".
Y algo que es bueno recalcar: "Es importante tener en cuenta que no se trata de una idea nueva y que no todos los que practican estos principios utilizan la etiqueta. De hecho,
las comunidades indígenas han cultivado a imagen y semejanza de la naturaleza durante milenios". (consulta su sitio web al final del artículo para más información - en inglés).
Así pues, aquí van algunos de esos aprendizajes. Pero antes de empezar, una exención de responsabilidad: no soy experta en agricultura regenerativa, por tanto, mi lenguaje es más bien coloquial y en base a mi propia formación y experiencia. El objetivo aquí es destacar los importantes paralelismos con otros aspectos de nuestra vida, negocios, o destinos turísticos.
1- Devolver la salud
Lo primero que se explica en la introducción a la granja de agricultura regenerativa es: “para regenerar el suelo, primero de todo, hay que
restaurar su salud y promover una mayor biodiversidad”. Y esto se hace con una combinación de microorganismos en forma de hongos, virus y bacterias, entre otros. Los pesticidas matan todo esto. Así que, se debe crear esta riqueza de microorganismos para tener un suelo saludable. Esto se puede hacer a través del compost y de varias técnicas, adaptadas al tipo de suelo que se tiene.
Esto tiene un símil muy interesante con nuestros destinos, nuestros negocios y, con nosotr@s mism@s.
¿Cómo te regeneras a ti mism@?
Primero de todo, recuperando tu salud. Concentrando todas tus energías en esto. Viendo qué ingredientes te ayudan a ti y qué combinación de los mismos son los que crean esa fórmula que te permiten estar saludable: buenos hábitos alimenticios con alimentos no procesados, ejercicios de fuerza, estiramientos, meditación, quedar con tus amigos, ver a la familia, trabajar menos horas para tener tiempo libre, salir a pasear.....
Y si repetidamente tomamos medicamentos que no son absolutamente necesarios, nuestro sistema inmune se vuelve débil. Si tomamos alimentos procesados y donde se utilizaron pesticidas…. Nuestros cuerpos, a la larga, se enferman. Si no nutrimos y cuidamos nuestra mente, tendremos ansiedad, estrés y agotamiento.
Y lo mismo pasa con nuestras empresas y nuestros destinos cuando no los cuidamos. ¿Cómo los regeneramos?
Restableciendo su salud. Mira de forma sistémica todas las áreas que necesitan estar involucradas en esta restauración y revitalización y qué combinación particular de ingredientes se necesitan.
2- Todo es circular - reducir residuos
Esto ya lo hacían nuestros abuelos (o bisabuelos, dependiendo de tu edad) y por supuesto las comunidades rurales e indígenas lo han hecho durante siglos. Pero a nuestras sociedades occidentales más jóvenes se nos ha olvidado que todo se puede reutilizar. Y no hay nada mejor que practicarlo. En la granja se reutilizaba todo. Absolutamente todo.
No hay nada que se moviera o se desechara sin pensar antes cómo se podía aprovechar.
Las sobras de tus alimentos van en un contenedor, que sirve para un rico compostaje, y después, ¿qué haces con este compostaje? Se devuelve a la tierra. Parece básico, ¿verdad? Pero ¿cuántos de nosotros lo hacemos?
Si pensamos en la cantidad de residuos que no se pueden reciclar (o que aparentemente se reciclan, pero sabemos que no existe la capacidad para hacerlo en su totalidad), ¿cuáles pueden ser nuestras elecciones?; ¿podemos tratar de reducir considerablemente la compra de frutas y verduras envasadas?; ¿guardamos los envases y los usamos en nuestro hogar para diferentes propósitos?; ¿y qué tal todos las botellas de champú, gel, pasta dental o enjuague bucal?; ¿podemos gradualmente ir reduciéndolos y proponernos deshacernos de la mayoría del plástico en nuestro baño? ¿Y qué hay de su contenido? ¿Tiene químicos que pueden contaminar nuestras aguas? Este tipo de decisiones conscientes en el día a día, son pasos importantes y vitales. Y
en un sector como el turismo, dar un salto para modificar viejos hábitos y comenzar a realizar una gestión circular y holística de todo lo que se toca, es en mi opinión, esencial.
3- Perfección. No solo no se busca, sino que se evita
A veces, las lecciones vienen donde menos te lo esperas. Durante un proceso en el que echábamos virutas de madera en la base de los árboles que habían sido plantados hace unos meses, Emilie nos explicaba cómo debíamos tener cuidado de no ponerlos perfectamente. “Chicos, ¡debe ser imperfecto! Si le damos una base demasiado sólida, las raíces se formarán superficialmente y al mínimo contratiempo, el árbol se caerá. Hay que
permitir que sus raíces estén profundas, fuertes y sanas para generar resiliencia”.
Esto también ocurre en la vida, con los hijos, con las mascotas, con tu equipo de trabajo, incluso. Y también ocurre en proyectos turísticos que reciben una gran suma de dinero controlada por el Gobierno o un inversor, sin incluir a la población porque queremos resultados rápidos y exentos de problemas y oposiciones. Y la inclusión de personas, es un proceso no lineal con altibajos, contradicciones y luchas de poder.
Pero la perfección, la sobreprotección, el control o el paternalismo, nunca dan un buen resultado a largo plazo.
Porque sus raíces son débiles, y al menor asomo de temporal, dejan caer el árbol que tanto costó plantar.
4- Clima positivo
Teniendo en cuenta que el océano, el suelo y los bosques son los mayores sumideros de carbono del mundo, refleja cómo
la agricultura regenerativa es vital para contribuir en la lucha contra la crisis climática. Los amigos de
Wave Hill Farm
utilizan un enfoque holístico y una mezcla de métodos tradicionales, prácticas agroecológicas y principios de permacultura, y con ello
cultivan orgánicamente con un mínimo de insumos mientras secuestran 75 toneladas de CO2 equivalente al año,
haciendo que su granja y sus productos sean "clima positivos".
Y lo que es clave para que esto ocurra son sus animales, que impulsan la fertilidad y los ciclos naturales, potenciando la vida del suelo y el secuestro de carbono. Esto es lo que llaman el "pastoreo gestionado holísticamente", que, según NRDC (2021), es una práctica indígena que imita la forma en que los grandes animales se desplazaban en manadas por los pastizales. Lo que hacen en este método es mover el ganado entre pastos con regularidad (en función de las necesidades del suelo y de los animales), para mejorar la fertilidad del suelo y dar tiempo a que vuelvan a crecer las hierbas de los pastos.
Necesitamos
emplear distintas estrategias para reducir emisiones y aspirar a diseños que vayan más allá de minimizar y compensar los daños, tal y como se propone en el famoso “neto cero”. Y lo que hemos visto en la granja regenerativa -cultivar y producir comida nutritiva a la vez que se sana el suelo y se absorbe carbono de la atmósfera- es un claro ejemplo de que es posible -y necesario- realizar acciones clima positivo. ¿Os imagináis el gran
potencial que tiene el turismo para ir en esa dirección?
A través de acciones que debe tomar la comunidad turística en cada uno de sus elementos de la cadena de valor para reducir emisiones, y por medio de colaboraciones con distintos actores en el destino, se puede
crear una estrategia común y sistémica que sean clima positivo.
5- Diversidad
Una característica importante de la agricultura regenerativa es
maximizar la diversidad de los cultivos y evitar el monocultivo.
Como explica Farming for a Better Climate (s.f), cuando hay diversidad de cultivos en la superficie, se produce diversidad en el subsuelo, ya que las plantas proporcionan alimento a la red alimentaria natural del suelo. Los distintos organismos del suelo son responsables de varios ciclos de nutrientes, por lo que cuantos más haya, mejor funcionará la red alimentaria del suelo.
Esto está presente en toda actividad en la granja. Desde la variedad y combinación de frutos para el huerto y el compostaje utilizado, como la diversidad de actividades que acontecen en este ecosistema.
De la misma forma,
la diversidad es importante en todos los contextos:
desde incluir diversidad de fuentes de ingresos en un negocio, como la diversidad dentro de una organización (de culturas, etnias, género, edades, capacidades, etc), la diversidad de actividades en nuestras vidas y por supuesto, la diversidad de un destino.
En un destino turístico debe haber diversidad, y no solo de actores dentro del sector turístico, sino de otros sectores, como granjeros, cocineros, artesanos, educadores, artistas, ingenieros, historiadores, sociólogos. Mientras más variedad de actores, más riqueza y abundancia habrá en nuestro ecosistema, y más resiliente como resultado.
6- La verdadera abundancia
Cuando Emilie y John nos contaban lo duro de su jornada, las personas que están fuera de esto pensarían ¿por qué tanto esfuerzo? Pero lo bonito de esto es que lo hacen porque están convencidos, porque saben que son naturaleza y como tal, deben regenerarla y regenerarse. Disfrutan viendo cómo los animales están saludables y viven felices muchos años. Además aportan a la creación de biodiversidad, la restauración de ecosistemas y la captación de carbono.
Disfrutan viendo cómo su suelo tiene un color sano, sus alimentos están sabrosos y han crecido sin pesticidas. Disfrutan de lo simple: del aire puro, de la claridad con la que ven la luna y las estrellas, de lo delicioso que está (¡y huele!) el pan recién hecho. Disfrutan de asistir a eventos donde ven a colegas con los que pueden compartir técnicas y saberes, y de, con su ejemplo, inspirar a otras personas.
Como Kathleen Allen (2020) apunta, la naturaleza nos enseña que podemos
hacer funcionar el sistema basándonos en la abundancia y la generosidad y no en la escasez.
Como vimos en el punto 5, las diversas plantas y especies necesitan diferentes nutrientes para prosperar, y cada una de ellas genera abundantes recursos que pueden compartir, por lo que, creando relaciones de cooperación, pueden obtener lo que necesitan, intercambiando recursos con otras especies. Se trata de un sistema basado en la abundancia.
Y nosotros, acostumbrados a torturarnos por el miedo a la escasez, debemos comenzar a construir
un sistema donde en lugar de la competición, la desconfianza, y el trabajar de forma separada, podamos colaborar y compartir recursos y saberes,
para que todos podamos tener abundancia en salud, abundancia en amor, abundancia en vida.
¿En qué se relacionan la agricultura regenerativa y el turismo regenerativo?
Todas las actividades dentro de la mirada regenerativa se rigen por los principios de los sistemas vivos.
Los principios que el planeta tierra ha utilizado durante 3.8 billones de años para crear vida. Y en base a esos principios, se generan las condiciones para que todos los sistemas, creados por el ser humano y los naturales, se interrelacionen y florezcan.
La regeneración es sistémica y diversa y como tal, debe incluir el máximo de actores posible en el destino.
El turismo se integra dentro de este ecosistema y lo apoya para su revitalización, no tiene agenda propia independiente del resto. Es por esto que, todo esfuerzo por conocer estos otros sectores, sus retos, sus logros, sus sueños.... Va a ser vital para crear esta red de actores que exploran la historia del lugar y alinean sus propósitos.
La agricultura regenerativa y otros métodos similares son un elemento muy importante en la recuperación de la salud del suelo y la revitalización de ecosistemas y biodiversidad
mientras cultivan alimentos sanos y nutritivos. Crean las condiciones que conducen a la vida. Y
es esencial que la industria turística haga alianzas con esta comunidad.
Estamos ante una sociedad cada vez más enferma; el ODS 2 “hambre cero” no puede abordarse de una forma separada del resto. Hay que unir fuerzas para revitalizar nuestros destinos y el turismo tiene el gran potencial de poder unir a un gran número de actores para llevarlo a cabo.
Un gran aprendizaje, sin duda.
Fuentes:
NRDC: https://www.nrdc.org/stories/regenerative-agriculture-101#what-is
Wave Hill Farm:https://www.wavehillfarm.co.uk/
Farming for a Better Climate:
https://www.farmingforabetterclimate.org/downloads/practical-guide-regenerative-agriculture-maximising-crop-diversity/#:~:text=Modern%20agricultural%20practices%20rely%20on,the%20natural%20soil%20food%20web.
https://kathleenallen.net/what-nature-teaches-us-about-diversity-and-abundance/